Mientras esa preocupación se hace colectiva, por el estado de cosas existente, no se garantiza la seguridad en las calles que, al parecer, ha quedado a merced de la voluntad de los delincuentes que operan al acecho impunemente para cometer cualquier fechoría y atentar contra la vida de cualquiera, tal cual ocurrió a principio de la semana pasada cuando fue asesinado el agente de bancas de juegos, Carlos Brito, conocido como La Macana, quien recibió cuatro balazos por individuos que entraron al negocio de apuestas que regenteaba en la calle Constitución. Siga Leyendo
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